Enric Colom Mendoza , 2018: La Clota, Figlinae Hispanae, https://figlinaehispanae.icac.cat/yacimiento/la-clota/
DOI: https://doi.org/10.51417/figlinae_098
Este yacimiento se encuentra ubicado en la urbanización “Rincón del César” (Creixell, Tarragona), en la parte baja de una estrecha y larga llanura situada entre la Serra Litoral Catalana y el mar Mediterráneo, del cual dista poco menos de 700 m en línea recta. Se encuentra en una posición respecto a las vías de comunicación inmejorables, adyacente a la Vía Augusta y a pocos metros del mar, en una zona donde se supone que existiría una zona de fondeadero en época romana, por los numerosos hallazgos subacuáticos que se han recuperado en la playa de Creixell, especialmente cepos de plomo romanos (Berges Soriano 1970).
En 1958, Salvador Vilaseca dio a conocer este yacimiento, gracias a los restos arqueológicos documentados por Solé Caralt, publicando un artículo a posteriori (Vilaseca 1962). Posteriormente, J. Porta (1970) publicó el estudio de los restos cerámicos aparecidos durante la realización de prospecciones en superficie. En 1977, el mismo autor publicó artículos en prensa donde hacía mención al hallazgo de estructuras constructivas y gran cantidad de fragmentos de ánfora y material de construcción en superficie y, a parte, se han documentado hasta dos pecios a una profundidad de 8m, así como diversos muros con un ancho de 4m que podrían haber pertenecido a estructuras portuarias (Arrayás Morales 2011:345).
A partir del mes de marzo de 1989 se realizaron toda una serie de intervenciones arqueológicas de urgencia en el yacimiento, con motivo de la urbanización de la zona. Dichos trabajos se alargaron hasta octubre de 1992 y pusieron al descubierto una villa romana con diversas fases de ocupación, desde una fase republicana, fechada en la primera mitad del siglo I aC, cuyos restos corresponden a un pequeño asentamiento de unos 90m2, de planta rectangular y con cinco recintos diferenciados, alguno de ellos pavimentado en signinum. La siguiente fase de ocupación es de época alto-imperial y destaca por la fabricación local de ánforas Dressel 2-4 y cerámica común. Finalmente, la última fase corresponde a la fase de abandono del centro de producción cerámica y el expolio de materiales de las construcciones de época republicana, fechada entre los siglos II-III dC.
En las excavaciones de urgencia llevadas a cabo en 2005, bajo la dirección de Iban Cabrelles se realizaron un total de 50 catas, documentándose restos de edificaciones correspondientes al complejo industrial, así como áreas de vertedero cerámico compuesto por fragmentos de ánfora Dressel 2-4 y material de construcción. Por la presencia de Terra Sigillata Africana D, se amplió el horizonte de ocupación de la villa hasta inicios del siglo V dC.
Una nueva intervención, llevada a cabo entre el 28 de mayo y el 28 de junio de 2006, dividió la zona en cuatro sectores: la zona A, en la que se sitúan diversas naves o estructuras alargadas (18,20 x 5 m aproximadamente), relacionadas directamente con el proceso de producción cerámica; la zona B incluye un conjunto de tres estancias, destacando que en una de ellas aparecieron los restos de una pileta de decantación de arcillas, pavimentada con opus signinum; la zona C es la menos excavada, y parece ser la continuación de las estancias más pequeñas del sector A, destacando la aparición de dos posibles bases de pilar o columnas que soportarían un tejado formando un porche; finalmente, la zona D que correspondería a una zona abierta, o patio, donde se efectuarían las tareas de carga y descarga de materiales.
Finalmente, en las últimas intervenciones realizadas entre 2007 y 2008, los sondeos dieron resultado negativo.