Ánforas
Imitaciones de ánfora greco-italica
Dado el carácter fragmentario de los restos anfóricos documentados, resulta extremadamente complicado reestablecer la morfología general completa de estas producciones, exceptuando la forma Dressel 1B de Hispania Citerior. En lo que respecta a las ánforas Greco-itálicas fabricadas en Ca l’Arnau, tan sólo se documentan algunos bordes, que presentan una sección triangular exvasada, típica de las producciones más tardías de este tipo de contenedor.
Datos cuantificados
Únicamente algunos escasos bordes, se trataría de una producción muy minoritaria.Epigrafía
Tarraconense 1 y Pascual 1
A nivel morfológico, poco puede decirse de las producciones de Tarraconense 1, ya que únicamente han sido publicados algunos fragmentos de borde, en los que se aprecian los subtipos D y E con asas de sección elíptica con una ancha acanaladura en su cara externa. Lo mismo ocurre con las Pascual 1, con escasísimos fragmentos dibujados de bordes que muestran las características tipológicas clásicas.
Datos cuantificados
Epigrafía
Dressel 1
Dressel 1A y 1B
Los escasos perfiles de Dressel 1A también muestran una sección triangular de tipo estándar. Afortunadamente, se han documentado algunos ejemplares completos de Dressel 1B de Hispania Citerior, que se caracterizan por presentar una morfología general muy similar a los modelos itálicos que imita. El borde es de sección cuadrangular o ligeramente cóncava. El cuello es alargado y estrecho, especialmente en su parte inferior, y las asas, paralelas a éste, son alargadas y de sección elíptica. El hombro presenta una carena muy pronunciada y marcada, casi en un ángulo de 90º, que da paso a un cuerpo fusiforme, rematado por un pivote macizo, de mediano tamaño, que muestra en su parte inferior una ligera proyección redondeada. La longitud total es de unos 100 cm, aproximadamente.
El análisis arqueométrico de las producciones de la figlina de Ca l’Arnau han sido realizados por J. Buxeda y J.M. Gurt (1998) y posteriormente por V. Martínez (2014: 198-225). Las pastas cerámicas utilizadas presentan una alta variabilidad composicional y poco homogénea, fruto de la existencia de varias producciones anfóricas fabricadas a partir de un mínimo de tres arcillas base diferentes y dos fábricas a nivel petrográfico: la primera, utilizada mayoritariamente en la fabricación de las ánforas Dressel 1 y Tarraconense 1, es poco o medianamente calcárea, de grano grueso y rica en óxidos de hierro y con presencia de microfósiles. Las inclusiones son moderadamente abundantes, de tamaño arena fina a muy gruesa, de tendencia subangular o subredondeada que apunta a que estas partículas ya se encontraban de forma natural en las arcillas. Predominan los fragmentos de rocas graníticas, cuarzo y feldespato potásico, así como plagioclasas y láminas de biotita.
La segunda fábrica está compuesta por un sedimento arcilloso calcáreo, de grano grueso, con abundante presencia de microfósiles y agregados limosos calcáreos. Esta pasta cerámica está más presente en los individuos de Pascual 1, por lo que este cambio tecnológico podría estar relacionado con las nuevas expectativas funcionales de este contenedor anfórico.
A nivel macroscópico, las pastas cerámicas de las Dressel 1 producidas en Ca l’Arnau presentan una coloración marrón-anaranjada o marrón-rojiza, al igual que muchos de los ejemplares de Tarraconense 1 de producción local. Las Pascual 1, en cambio, presentan mayoritariamente pastas cerámicas de coloración marrón claro-beige o marrón claro-rosado.