Tania Mosquera Castro (Tempos Arqueólogos / GEPN-AAT, USC), Roberto Bartolomé Abraira (Engobe Arqueología), Mario César Vila (Tempos Arqueólogos), Esperanza Martín Hernández (Dolabra Arqueología), Francisco Alonso Toucido (Tempos Arqueólogos) , 2022: Agro de Parapar, Figlinae Hispanae, https://figlinaehispanae.icac.cat/yacimiento/agro-de-parapar/
DOI: https://doi.org/10.51417/figlinae_052
El yacimiento de Agro de Parapar se localiza en una finca agrícola al SE de la aldea de Barbaín, en la parroquia de Santa María de Bóveda (Lugo). El nombre del yacimiento viene determinado por la denominación de la finca, por parte de los vecinos, como “Agro de Parapar”. Este se sitúa en una pequeña ladera, con vertiente al río San Mamede y a una altitud de 476 m.s.n.m. (Ferrer 1994: 1-6).
El hallazgo del yacimiento de Agro de Parapar se produjo en la década de 1990. En el año 1993 se llevó a cabo la prospección de yacimientos arqueológicos del Ayuntamiento de Lugo bajo la dirección de Santiago Ferrer Sierra y Enrique González Fernández. Estos trabajos permitieron la catalogación de un lugar como yacimiento encuadrable en época romana. Con posterioridad, con motivo de las obras de apertura del trazado de la Autovía Lugo-A Coruña, se desarrolló otra prospección exclusivamente en el área de actuación. Esta permitió la catalogación de un yacimiento romano por la localización de restos de un muro y de una zona de combustión. Este hallazgo supuso el desarrollo de una intervención arqueológica en 1994 dirigida por Santiago Ferrer y orientada comprobar la existencia de restos arqueológicos y documentarlos (subtramo Nadela-Ceao) (Ferrer 1994: 2).
La excavación se dividió en cuatro sectores (A, B, C y D), donde se exhumaron diversas estructuras y diferentes restos materiales, que evidenciaron la presencia de un pequeño taller o área de trabajo dedicada a la fabricación de cerámica. Entre los hallazgos más significativos, cabe destacar la presencia de 3 hornos. Según la información recopilada, el yacimiento podría corresponderse con la parte rústica de alguna villa cercana, lo cual posibilitaría la existencia de un yacimiento más complejo, disperso en una gran área (Ferrer 1994.6). Por otra parte, ante la ausencia de evidencias que certifiquen la existencia o no de una villa, debe de considerarse dicha caracterización (Carlsson-Brandt 2021: 480).