Fases de actividad
Espacios documentados
Tipo de espacio: Hornos
Horno (Rubio 1992: 18-19)
Horno de planta rectangular de 4,30 m de longitud del cual solo se conservó la parte inferior, conformada por el praefurnium y la cámara de combustión. A pesar de esto, solo se conservó la mitad de estas, puesto que había sido destruido por la apertura del camino. La estructura fue excavada en el substrato natural. El praefurnium, orientado al Este, permitía el acceso a la cámara de combustión mediante un corredor de 0,50 m de longitud y 0,64 cm de anchura conservada; el suelo estaba conformado por una capa de arcilla muy rubefactada en la superficie. Se conservó un único pilar construido con adobes.
La cámara de combustión presentaba paredes de cierre de forma rectangular y esquinas redondeadas, construidas con adobes. Se documentaron cinco pilastras paralelas adosadas al muro de cierre, con unas dimensiones de 1,00 m de longitud por 0,50 m de anchura, excepto la quinta, adosada a la pilastra del praefurnium. De las pilastras partirían los arcos sobre los que se sustentaba la parrilla, pudiendo observarse en algunas de ellas el inicio de la curvatura de estos. El suelo estaba conformado por una capa de arcilla.
Tanto el interior de la cámara de combustión como el praefurnium estaban colmatados por restos de adobes y arcillas procedentes de la destrucción del horno.
Tipo de espacio: Testares
Al Este de los restos del horno se localizó un vertedero con unas dimensiones de 7,70 m de longitud, 1,20 m de potencia máxima y 0,46 cm de potencia mínima. Al N del camino de Rabanales Nuevo, se observó una mancha de ceniza de 15 m de longitud y, en esta, cuatro puntos que alcanzaban mayor profundidad. Estas evidencias se interpretaron como cuatro hoyos que en ningún caso fueron excavados, por lo que no se puede precisar su forma ni dimensiones totales. Se recuperó material en los tres primeros, correspondiente con restos cerámicos (especialmente CCR), cuatro fragmentos a mano, parte de un molino circular, huesos y abundantes tejas. La escasez de material arqueológico, así como la relativa proximidad de los hoyos al horno, permiten interpretarlos como el sector marginal del vertedero de desechos del horno, cortado por el actual camino (Rubio 1992: 12, 13).