Forns de Rascanya

DOI: https://doi.org/10.51417/figlinae_046

El yacimiento se ubica en el término municipal de Llíria, a 1500 m al este del núcleo urbano actual, en la zona de Rascanya, partida de Algesares, concretamente en lo que se conoce tradicionalmente como Clots de Rascanya o Clots del Algesar y estaba atravesado por el Camino Viejo de Bétera a Llíria.

El yacimiento de Clots de Rascanya, forns, ofrece una perspectiva de un yacimiento con una vida relativamente corta, ya que no presenta una ocupación humana continuada durante todas las épocas históricas ni tiene siempre la misma funcionalidad. Hay escasa presencia de material cerámico de época ibérica, que ya podría relacionarse con la primera ocupación romana del territorio, pero en época republicana o augustea el espacio debió estar deshabitado. Fue en época julio-claudia cuando aparecieron las primeras muestras de ocupación de la zona. En este período se construyó un pequeño alfar, asociado al abastecimiento local de la ciudad romana de Edeta y su hinterland y que aprovechaba los recursos naturales existentes en la zona y la topografía del terreno, ambos factores claramente favorables a dicha instalación. Después del período de esplendor que lo convirtió en un centro alfarero de importancia, fue totalmente abandonado en la segunda mitad del siglo III d.C., con una ocupación, por tanto, inferior a 300 años, y una reocupación de determinadas estructuras romanas en época andalusí. A partir de aquí, su relevancia es residual, ya que se encuentra enclavado en un territorio eminentemente agrícola, uso exclusivo hasta la actualidad.